George Chaponda es el ministro de Justicia de Malawi. Chaponda llevará la próxima semana al parlamento del pais africano un paquete de medidas pensado para promover las buenas constumbres y la decencia pública. Porque desde que llegó el multipartidismo tras la dictadura de Kamuzu Banda, de 1964 a 1994, la gente es de un marrano insoportable. Orinan en la calle. Eso no es posible. Multa al canto. Eso es lo que piden los políticos.
Muy bien, oye. ¿Para qué están los políticos si no es para imponer orden y decencia? ¿Es malo querer un pais mejor? ¿Más limpio? ¿Más desarrollado?
Pues depende. Depende de qué medidas se decidan tomar.
Una de ellas será prohibir los pedos en público.
Repito: prohibir los pedos en público.
Son unos genios. Unos putos genios. ¿A quién le gusta oler el pedo del vecino? ¡A nadie! Pues prohibámoslo. ¡Claro! Eso era. Cómo no se le ocurrió a nadie antes.
Ay, Chaponda. Vente pa´ España. El ejecutivo de Zapatero tiene querencia por políticos como tú. O mejor no. No vengas. Que estamos saturados de tontos y si entra otro más alguien se cae al mar.
Una reflexión: ¿no es mala la muerte? ¿no es lo que más nos hace sufrir? Esos lagrimones. Esos golpes en el pecho. Ese vacío. Esa desesperanza. Ese dolor. Coño, ¿a nadie se le ha ocurrido prohibirla?
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